"DOS AÑOS DEL ATAQUE QUE
CONMOCIONÓ AL MUNDO"
Son ya dos años los que han pasado desde el ataque a la Flotilla
de la Libertad por parte de comandos israelíes en las aguas del Mediterráneo.
Dos años en los que no ha sido fácil olvidar, ni para las familias de los 9
asesinados ni para muchos internacionales que viajábamos en aquellos barcos y
que ese suceso nos cambió las vidas. En estos días, unos y otros nos llamamos,
nos hablamos por internet, recordamos los momentos más duros y los más
divertidos, que también los hubo, nos contamos como estamos y como estamos
rehaciendo nuestras vidas y por supuesto, nos damos aliento esperando que algún
día se haga justicia.
Han paso dos años pero hay recuerdos que se mantienen tan presentes que
es como si hubiera sido ayer aquél crimen. Por ejemplo, es difícil de olvidar
como al compañero Osama Qashoo le torturaban, con una bolsa de plástico puesta
en la cabeza varios soldados le agredían con patadas y puñetazos sin ninguna
posibilidad de defenderse, o el momento en el que la compañera británica Sara
Colborne se plantaba frente a los soldados con una bandera de su país pidiendo
el fin de los disparos. También en estos dos años hemos tomado conciencia de
los grandes compañeros que nos hemos encontrado en el camino, compañeros y
amigos de esos que perdurarán para siempre.
En todo este tiempo, ni gobiernos ni organismos internacionales han hecho
absolutamente nada para reparar aquél crimen del que también fueron
responsables, mas bien se limitaron a crear comisiones de investigación como la
Comisión Palmer para exculpar de sus crímenes a Israel. Unicamente la
persistencia de los familiares de las víctimas y de los activistas que viajábamos
en esos barcos es la que ha conseguido que en Turquía la Corte Suprema haya
aceptado la petición de la fiscalía de abrir un caso inculpando a los máximos
responsables del asalto por “asesinato, incitar a asesinar de maneras crueles y
torturas”, pidiendo para los responsables nueve cadenas perpetuas a cada uno
por esos crímenes. En España, el caso que llevamos a la Audiencia Nacional y
que recayó en el juzgado número 5 que lleva el Señor Rud, sigue parado. Y digo
que sigue parado porque no hemos tenido noticia alguna de que haya comenzado a
investigar o que se haya realizado alguna pesquisa sobre lo sucedido. Dos años
después seguimos sin respuestas y esperando. Y esperando también que Israel nos
devuelva nuestros ordenadores, nuestras cámaras, nuestras grabaciones (que hoy
sabemos que en total se apropiaron de 950 horas de grabaciones de todos los
periodistas), etc. cosa para la que el Gobierno español de aquella época, el de
Zapatero, se comprometió a mediar con los resultados descritos.
Han sido dos años de aprendizaje también. Dos años en los que desde muchos
territorios del mundo se lanzaron campañas de solidaridad con Palestina que
nunca antes habían existido, han sido dos años en los que a las víctimas se nos
ha arropado increíblemente por parte de la sociedad civil mientras vivíamos el
desprecio de nuestros políticos, han sido dos años también en los que algunos
hemos aprendido que ser revolucionario pero irrespetuoso con las vidas ajenas
como así se nos mostraron muchas personas que se nos acercaban, no tiene ningún
valor.
También hemos aprendido que dentro de los nuestros muchas veces hay muchas
personas que no son de los nuestros, personas que a la larga dinamitan procesos
y cargan contra aquellos que en su día admiraban porque no ven cumplidas sus
expectativas, sin argumentos y con descalificaciones personales.
También hemos aprendido la capacidad del Estado para intimidar e intervenir
en aquello que le molesta, aunque lo que se haga esté dentro de todos los
marcos legales posibles. Amenazas, intimidaciones, seguimientos, ficheros
ocultos sobre personas comprometidas con las campañas que hemos trabajado y que
por su puesto terminan sintiéndose como un riesgo real para nuestras personas.
Un Estado estático y al servicio de intereses ajenos y no al de sus
ciudadanos. Un Estado que no duda en infiltrar a sus policías para criminalizar
campañas de alto valor humano y que la sociedad organizada se desintegre.
Estos días nos preguntamos si ya hemos superado todo aquello, lo vivido
durante el asalto que nos hizo populares siendo víctimas y nos permitió la
posibilidad de poner a Palestina en el mapa internacional, y lo que derivó del
asalto, la campaña posterior, Rumbo a Gaza. Nos tuvimos que enfrentar a
realidades muy alejadas de nuestra rutina habitual que tuvimos que confrontar diariamente
sin experiencia; viajes, conferencias, encuentros con políticos (unos
excelentes, otros mediocres y vividores), apariciones en medios de
comunicación, visitas a Parlamentos, etc. Una rutina que también nos generó una
realidad que nada tenía que ver con nosotros hasta la fecha. Y no, no lo hemos superado
porque el ciclo solo puede ser cerrado cuando se haga justicia, cuando los
responsables de aquél crimen sean llevados a los tribunales y paguen por lo que
cometieron.
Ya estamos alejados de los focos, del interés de los medios. Dos años
son mucho tiempo en términos de “información” tal y como se concibe por las
grandes empresas de comunicación cómo para que se haga un recuerdo a lo
sucedido, ni tan siquiera un seguimiento de las consecuencias de ese crimen.
Ningún medio de masas se ha hecho eco de la importante noticia de que haya un
General y varios comandantes israelíes en busca y captura en Turquía, miembro
de la Interpol, por aquél asalto, solamente por poner un ejemplo. Estamos
intentando reconstruir nuestras vidas, las personales, en otros proyectos que
imponen otra intensidad, intentando sobrevivir en la gran jungla del capitalismo
como personas comunes que éramos y que somos, pero nosotros ni olvidamos ni
perdonamos lo que la clase política dirigente, el ejército de la gran colonia
militar que es Israel, y nuestro gobierno (el de aquella época y el de la
actualidad) nos hicieron.
Parece que Palestina e Israel ya no son noticia en los medios de comunicación
de masas. Las crisis en el resto de países del mundo árabe ha desplazado el
interés informativo y ha brindado a Israel un balón de oxigeno para seguir
asesinando de manera impune y robando territorio lejos de los focos mediáticos.
Pero persistimos con nuestra solidaridad.
En breve, comenzará la nueva misión de la Flotilla de la Libertad y de alguna
manera estaremos presentes en ella, tal vez no subidos en esos barcos o tal vez
sí, pero lo que está claro es que sin justicia, Israel no podrá dormir nunca
tranquilo porque siempre estaremos ahí para recordarles a ellos, y al resto del
mundo, que no dejaremos que vivan en la impunidad. Por el pueblo palestino que
lleva más de 60 años sufriendo, por los muertos que van en ese conflicto, y por
nuestros mártires en el Mavi Marmara, nuestros compañeros Furkan Dogan, Cengiz Akyüz, Ibrahim Bilgen,
Ali Haydar Bengi, Cevdet Kiliçlar, Cengiz Songür, Çetin Topçuoğlu, Fahri Yaldiz
y Necdet Yildirim.
Aquí dejo un recordatorio de lo que vivimos, de algunos informes muy
clarificadores y algunas notas más para su consulta. Que no se olvide la injusticia.