EL HOMBRECITO
Por: Octavio Fraga Guerra
Con esta foto tengo un gran conflicto. Esta imagen
me mueve los hilos de la contradicción y la duda. Me llegó a través de la
página de facebook “Ocupy Wall st”. La foto fue tomada en la ocupada
Palestina por las fuerzas genocidas e invasoras del gobierno Israelí.
Sin embargo mi reflexión no es sobre el hecho del
genocidio y la masacre que sufre el pueblo palestino. Es ese “Hombrecito”, que
desafía a un poderoso tanque interventor con tan solo una piedra.
Los que vemos esta imagen sabemos que está poblada
de símbolos y metáforas. Los que asistimos a este congelado escenario,
entendemos el significado de ese gesto “interpretado” por un niño que
probablemente no rebase los siete años.
Este es un “hombrecito” del decoro y la honra. Este
infante ha desafiado a la fuerza bruta, superando el horror y el miedo.
Alimentando sus fuerzas con la ira y el dolor de varias décadas de ocupación,
que persiste por la hipocresía de los gobiernos de occidente y la inacción de
la humanidad. Por la ceguera de cada uno de nosotros.
Este niño, -como tantos palestinos- ha perdido el
límite del miedo. Sus ganas de ser una nación libre y soberana, supera todas
las pruebas posibles, incluido el precio de la vida. Esa es una realidad que
los niños y las niñas de esa gran nación, adsorben desde muy temprana edad.
Palestina sabe de guerras genocidas y muertes
interminables. Desde sus derruidas casas, plazas y parques, nos sigue dando
lecciones de honor y grandeza. Se enfrentan a la brutalidad del gobierno
israelí y su soldadesca con afrenta, que sigue asesinando con absoluta
impunidad a hombres y mujeres de ese gran pueblo. Un pueblo que no ha
renunciado a su legitimo derecho de ser una nación soberana e independiente.
Este hombrecito nos ha dado una lección de gloria
en medio del horror y el miedo. Ese mismo miedo que se sigue cultivando en cada
rincón de nuestro planeta, en nombre de la “libertad y la democracia” de los
“poderes ocultos”, que persisten en anular a la humanidad.