DEMOLIERON POR TERCERA VEZ AL-ARAQIB

Fuerzas policiales sionistas demolieron

el pueblo de El Araqib por tercera vez

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Esta mañana, las fuerzas de policía demolieron el pueblo de El Araqib por tercera vez en dos semanas. Los residentes de la aldea, sin embargo, permanecen en la víspera del Ramadán sin agua y refugio bajo el sol abrasador.

Decenas de activistas de izquierda, Judíos y árabes, dormían en el pueblo y estaban ayudando a los residentes a reconstruirlo.

Activista de izquierda Gadi Elgazi fue detenido.
Las demoliciones comenzaron a las 5.30 a.m. Dos topadoras fueron acompañados por 100 oficiales de policía, la policía montada y camiones.Las familias, incluyendo niños y ancianos, fueron forzados a abandonar sus refugios. Decenas de activistas de izquierda de Tel Aviv, Jerusalén y Beer Sheva estuvieron presentes durante la demolición, después de dormir en el pueblo para expresar su solidaridad con los residentes. Las demoliciones fueron acompañados por la violencia hacia los pobladores y activistas. El profesor Gadi Elgazi del movimiento Tarabut fue golpeado y herido en la nariz. Fue detenido mientras hablaba con la policía, pidiéndoles que se abstengan de la demolición. La Administración de Tierras de Israel está decidido a destruir la aldea, y el Fondo Nacional Judío planea plantar árboles en la zona con el fin de evitar que los habitantes regresen. Esto a pesar del hecho de que la propiedad de la tierra no se ha establecido aún, y actualmente está siendo deliberada en el Tribunal Regional de Beer Sheva. El pueblo de El Araqib está situado en la zona comprendida entre Beer Sheva y Rahat ya desde el siglo 19. Los residentes de la aldea, la familia Aturi, trabajaban la tierra a principios del siglo 20 y como documentos poseen testimonios turcos y británicos, que también pagó los impuestos sobre sus tierras. El pueblo tiene incluso un antiguo cementerio de la familia residente. Los residentes fueron retirados por las autoridades estatales en 1951, y se les prometió que se trataba de una medida temporal para el entrenamiento militar y que podían regresar a su aldea en seis meses. Sin embargo, desde entonces nunca se les permitió volver a su tierra. En las décadas siguientes, los residentes volvieron a trabajar su tierra, y en el 1990 volvieron a vivir allí.
Su propiedad sobre la tierra se está debatiendo actualmente en un proceso legal largo y complejo en el tribunal regional de Beer Sheva, y los investigadores académicos ya han declarado en nombre de la propiedad de los residentes sobre la tierra.